Aunque es una palabra de “moda” (es posible que hayas oído hablar de las dietas detox) los métodos de detoxificación existen desde la antigüedad. El ayuno, por ejemplo, es una de las prácticas más ancestrales de desintoxicación utilizadas.
Una detox o detoxificación, según el vocablo inglés detoxification (detoxication), es una terapia que se basa en el principio de que la enfermedad puede ser causada por una acumulación de sustancias tóxicas en el cuerpo. Nuestro organismo es capaz de eliminar estos tóxicos pero, cuando la cantidad de los mismos es excesiva o los mecanismos de eliminación propios no funcionan correctamente, es muy efectivo utilizar tratamientos para eliminar o “limpiar” estas toxinas de nuestro cuerpo, es decir realizar una desintoxicación.
Vivimos en un entorno potencialmente tóxico. En nuestro mundo las toxinas se encuentran en todas partes: en los alimentos, en los envases, en el agua, en los productos de cosmética, en el aire que respiramos, en los productos de limpieza, en los residuos industriales, etc. Además, los hábitos de vida poco saludables como el sedentarismo, el estrés, el consumo de estimulantes (cafeína, alcohol), el tabaco, la sobrealimentación, la ingesta de medicamentos, las dietas inapropiadas, etc. contribuyen a intoxicar nuestro organismo.
Nuestras principales vías naturales de eliminación de tóxicos son el hígado, los riñones, los intestinos, los pulmones y la piel. Una dieta detox no es otra cosa que consumir aquellos alimentos que ayuden a los órganos encargados de eliminar toxinas a descongestionarse para poder realizar su función correctamente.
Las terapias de desintoxicación pueden ayudar prácticamente en cualquier enfermedad: en patologías crónicas como alergias, ansiedad, artritis, asma, infecciones crónicas, depresión, migrañas, problemas digestivos, síndrome premenstrual, obesidad, enfermedades autoinmunes como fatiga crónica o fibromialgia, incluso en el cáncer. Resultan, además, muy útiles como sistema preventivo para mejorar nuestra salud ya que aumentan nuestra vitalidad y resistencia a la enfermedad.
Hay muchas maneras de hacer una dieta detox y deberías buscar la que más se adapte a tus necesidades y a tu ritmo de vida. Aún así, el objetivo que deberías perseguir es lograr llevar una alimentación lo más limpia posible de manera continuada para tener una salud de hierro.
¡Importante! Tienes que tener en cuenta que existen determinadas situaciones en las que una dieta detox está desaconsejada:
- Embarazo y lactancia
- Personas en edad de crecimiento
- Personas con enfermedades y/o que estén tomando medicación
- Personas con trastornos alimentarios
- Personas muy débiles
El hígado es uno de los protagonistas en las dietas detox. Es el órgano con mayor potencial depurador ya que se encarga de transformar la mayor parte de los tóxicos en sustancias que nuestro cuerpo puede eliminar (a través de la orina o las heces). Según la Teoría de los Cinco Elementos de la Medicina Tradicional China (MTC) la primavera es una época muy adecuada para limpiar el organismo y, en especial, para depurar el hígado (depuración hepática).
Recién estrenada la primavera quiero dejarte algunos consejos sencillos que pueden ayudarte a depurar tu organismo:
- Lávate los dientes al levantarte y pon énfasis en el raspado de la lengua para eliminar toda la saburra blanca. Lo ideal es utilizar un raspador con forma de U para un correcto eliminado de las toxinas.
- Empieza el día tomando un vaso de agua templada o del tiempo con un poco de zumo de limón. Espera por lo menos 15 minutos antes de desayunar.
- Llena tus platos de hojas verdes y de alimentos de sabor amargo ya que favorecen la evacuación: brócoli, espinacas, acelgas, endivias, rúcula, escarola, rábanos, berros, apio, pepino con su piel, alcachofas, tomates, espárragos verdes, puerro, perejil.
- Consume alimentos lo más naturales, integrales y enteros posible. Sustituye el arroz blanco por ejemplo por arroz integral, arroz semi-integral o quinoa.
- Aumenta la proporción de alimentos crudos (frutas y hortalizas) consumiendo ensaladas y batidos verdes por ejemplo. Un 50% de cada plato o más deberían ser hortalizas. Consume verduras y frutas de temporada y de proximidad.
Llevarte un batido verde al trabajo para desayunar te permitirá consumir verdura repleta de antioxidantes y nutrientes que te proporcionarán la energía y vitalidad necesarias para comenzar con buen pie el día.
Puedes ver la receta aquí
- Consume germinados ya que son alimentos vivos cargados de nutrientes. Te recomiendo en especial los de alfalfa porque son muy adecuados durante un proceso depurativo.
- En la medida de lo posible los alimentos deberían ser ecológicos (libres de pesticidas, herbicidas, etc.) y/o de confianza sobretodo los de origen animal, que son los que acumulan más tóxicos, y las frutas que no se pueden pelar (fresas, arándanos, etc.).
- Reduce la ingesta de carne blanca ecológica (pollo, pavo) a 2 veces por semana como mucho. Intenta que tu fuente de proteína sean las legumbres al menos 3 veces por semana.
- Mastica bien los alimentos para una correcta digestión. Come cuando tengas hambre y estés relajado.
- Cocina al vapor o hervido.
- Consume semillas crudas (no fritas y sin sal): girasol, calabaza, sésamo, lino, chía. Las semillas de chía y de lino contienen omega 3 que es un ácido graso esencial (hay que consumirlo porque el organismo no lo fabrica) con efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Tritúralas o machácalas para poder absorber todos sus nutrientes.Elimina la sal refinada y sustitúyela por sal marina virgen o sal de hierbas.
- Sustituye el café por té, infusiones (menta) o café de cereales. El té verde es un potente antioxidante que además favorece el descenso de los alimentos (evacuación).
- Utiliza poco aceite para cocinar (aceite de oliva virgen) y añade más si es necesario después de la cocción. Aliña las ensaladas con aceite de oliva virgen de 1ª presión y zumo de limón.
- Cena pronto, no comas nada después de las 21h ya que el hígado realiza sus funciones de desintoxicación con mayor efectividad mientras descansamos.
- Elimina el alcohol y los refrescos cargados de azúcar o edulcorantes. ¡Bebe agua! o limonada casera (ver receta al final).
- Si fumas, evita el tabaco los días que decidas seguir estos consejos.
- Evita los alimentos industriales, es decir todos aquellos que estén procesados: salsas, fritos, patatas fritas, embutidos, alimentos preparados, etc.
- Elimina el azúcar refinado. Puedes sustituirlo por azúcar integral de caña (rapadura, mascavo o panela), azúcar de coco, miel cruda o estevia.
- Evita la bollería y otros productos de pastelería.
- Realiza ejercicio físico porque en este proceso de depuración es clave eliminar toxinas. Recuerda que la piel, a través del sudor, es una de las vías que tiene el organismo para expulsar los tóxicos.
- Utiliza un guante de crin con la piel seca (antes de la ducha). Al frotar la piel se acelera la velocidad a la que las toxinas se expulsan del cuerpo ya que estimula las células sanguíneas y el tejido linfático (dos vías fisiológicas clave de la desintoxicación). Realiza movimientos largos, como si barrieras, en dirección al corazón. Frota con delicadez y no lo hagas sobre varices o heridas. Puedes ducharte después.
Muchos de estos consejos puedes ir transformándolos poco a poco en hábitos para conseguir llevar un estilo de vida más saludable, es el mejor acto de amor propio que puedes hacer por ti mismo.
Receta de limonada casera (del libro de Tratamientos Naturales al alcance de todos)
Ingredientes
- ½ limón ecológico con piel
- 250ml agua
- 1 c.p. de miel
Trocea el limón con la piel y tritúralo junto con el agua con la ayuda de una batidora. Cuela la bebida e incorpora la miel.
Bibliografía
- Olga Cuevas Fernández y Lucía Redondo Cuevas. Tratamientos naturales al alcance de todos. Cenadiher 2011
- Gillian McKeith Eres lo que comes. Planeta
- Apuntes del Curso de Dietoterapia impartido por Lucía Redondo Cuevas en el IFPS Roger de Llúria de Barcelona
- Apuntes del Curso de Dietética Naturista y Oriental impartido por la Dra. Olga Cuevas en el IFPS Roger de Llúria de Barcelona